
Y que tan comercializado esta, dejamos nuestra vida natural a un lado,
Nos encadenamos a destinos cibernéticos, pareciera que la vida es un chiste,
Y toda esta miseria es a causa de nuestra propia negligencia.
Explotan mis ojos, al ver tanta crueldad,
Ejércitos de muerte, parcas sangrientas, azotan nuestro territorio,
Nuestra humanidad,
Solo queda estar firme ante el desafió,
Pero te prometo ser el último, que ante tus ojos quede sofocado, cuando el caos y el pánico tomen el control,
Solo puedo sacar la conclusión de que no hay piedad, y que no se detendrán,
Arrasando inocencias.
Religiones, culturas, idiomas, costumbres, danzas típicas,
De pueblos que existieron durante millones de años,
Usan dinero, para crear de su mano, la guerra,
(Matan las flores del campo, las arrancan de la tierra)
Odio tu vida, porque me extirpaste la mía, odio tu mundo, porque destruiste el mío.
Soy el siervo aplastando tu camino y mi razón es la conciencia, de un ser humano destruido y humillado,
Siendo testigo anónimo, un fantasma invisible, de la metamorfosis humana.
Y toda esta miseria, que con mis manos, es difícil aguantar!,
Tendré que resistirla a campo abierto.
Todos me obligan a renunciar a mi humanidad,
A dejar los valores con los cuales solía andar y respetar, el honor que perdí y la vergüenza que gane,
Despierta tierra mía!, eres un espíritu sufriendo,
Dame la fuerza que necesito para enfrentar la adversidad.
No puedo resistir, sin volverme demente, sin sacar la furia que existe en mí,
La que me causa este ardor impreso en mi pecho,
Sacando el ser primitivo que exige, esta sed insaciable de sangre,
Esta sed…que solo la podré calmar con el dolor ajeno.
Y gozare, reiré, llenare mi vientre con toda esta arrogancia,
Es el placer que causa el dolor ajeno.
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