domingo, 15 de agosto de 2010

Mammon Del Nuevo Testamento.


Se hunden en la tierra, se fusionan con el aire, son dueños de la fuerza.
Fuerza asesina y animal, que golpea con justicia.
Justicia, con odio, con pasión, con perdón.

El día se tiñe de noche, con negras nubes que tapan el sol,
El fuego arde en la tierra, el mundo esta en llamas.
Tal vez, nuestras sombras merezcan morir,
Olvidarse en una eterna oscuridad.

Al fin y al cabo la imaginación es lo que queda detrás de un mundo lleno de una realidad paria,
Mi alma quiere salir de su cuerpo y unirse a ese cosmos misterioso,
Dueño de una melodía que jamás fue escuchada, esa melodía tan dulce,
Que convierte a tus labios en miel.

Arrancar con mis manos la garganta de los coros angelicales,
Ninguno de tus hermanos robara la sangre que me corresponde, ni estará por encima de mí.
Más allá de la redención y la contemplación, encontré la verdad.
Que mi conciencia catalizadora ah creado un odio siniestro a dios.

Con la sangre de Nazareno escribiré mi testamento,
Siendo la flama que siempre arderá, el hijo del que nunca fue nombrado.
Los esclavos servirán a mi propósito.
Soy el que mas conquistara.

En la noche nació el primer año del reino,
Siendo los lacerados paladistas condenados a vivir bajo tierra, por la luz de dios,
Esperando en silencio, el fin de todos los tiempos,
Encontrando la fuerza en la oscuridad.
Lacerados únanse a mi!.

Creando la cruz pentagramatica que une al espíritu con sus elementos,
Haciendo al hombre sensible, puro,sabio, apasionado en la tierra,
Negra mi alma, negro mi corazón,
Y en la síntesis del polvo yo me descompongo.

Vistas supinas, desde el cielo verán la destrucción,
Petrificando la voz.
Ninguno de tus dioses estará por encima de mí,
Y ninguno de tus hermanos me robara la sangre que me pertenezca a mí.