sábado, 25 de septiembre de 2010

La Cuna De Judas.



Lagrimas de fuego caerán del cielo, nubes negras anunciando la autodestrucción,
Mi predicción hoy veo, detrás de un manto de colores mal pintado.
Los esclavos servirán al final.

Eh saboreado la verdadera humana sangre y al no encontrar identidad,
Eh decidido cantar con esta voz.

Hay tanta alegría en el silencio, es el encanto.
Del beso de una ninfa de un solo ojo.
Que con un rayo parte la tierra, dandole vida divina,
Y el rugir del trueno, nace de su boca.

Sin pactos con los sentimientos, tengo que ser capas de descartar toda simpática,
Soy el nuevo huracán de fuego
En mi congregación, soy el porta voz, de un suelo tibio y acabado.

Acá estoy, convertido en lo más oscuro de la noche,
Aquella que no te deja ver, y vuelve ciega tu menta,
Mi sombra morirá en el paraíso,
Y vivirá por siempre en el abismo.

Danzando con el diablo, pero sin poner celosa a la muerta.
Dando un poco de sangre en cada paso que doy.
Podría causarte tanto dolor, como para que traiciones a tus amigos,
Te abrazare en la cuna de judas que Heget creo para el, y te amamantare con el jugo,
Que dio crecimiento a la conciencia de Cain y Abel.

Porque el cielo es tan abstracto y el infierno tan real.
Del útero de Neith yo vengo: la diosa gran madre.
Y sin ningún miedo, no abstengo lo que podría yo ser.
Por fin arderán, todos los que por conformismo y temor, han elegido el paraíso,
Reinaran por encima
los que eligieron la yunta y a sus hermanos.