miércoles, 30 de mayo de 2012




Las estrellas se plasmas en jugo de manzana, 
Haciendo a los labios arder
Saboreando el concreto y una pared de ladrillos, se deforma la cursiva.

Y el insólito remordimiento del maltratado,
Hace machaques a tu corazón.

Ven por mí antes de que esto se termine, demostrando aun que hay camino.
Inventando el mañana, el cual no sabemos si esta por venir.
Mentime, que me gusta!; mentime y lléname de esperanza;
Quizás convenga refugiarme en un techo de chapa descartable.

Cuantas miradas, y vaya uno a saber cual es la correcta.
Que conquiste infinitamente los soplidos de tu corazón

Silencio de temprana edad de locuras sinceras de metamorfosis.
Ninguna muerta temerá mi alma, ningún suspiro será el último.
Ningún miedo vera la escena, ni mi mano sostendrá un martillo.

En sincronía perfecta de los sentidos.
La esperanza del lisiado de caminar, la del ciego de ver, la del mudo hablar,
La del ser humano de ser, y dejar ser que lo rodeen.

Es ilegible pero al mismo tiempo curiosa y mira para otro lado cuando se siente perseguida.
Tan rustica pero delicada, entra tanta gente.
Mezcla todo en un solo ser.

Late tan adentro, explota muy afuera.
Sus ojos combativos.
Tirana y dueña; solo manuscritos no hablados.
Inspirada por cadenas que adueñan el sentimiento-
Y los pedazos de ladrillos que originan la vergüenza.
Ella tan simple, como mi musa inspiradora, de la locura a la locura 


miércoles, 23 de mayo de 2012

Verdugos de pieles marinas






En el fondo del océano, el sincero silencio me da una pauta,
La de incrementar mi sereno yo
En un torbellino de vivencias, me encuentro desnudo con mi propio yo,
Busco encuentro salgo, respiro y vomito todo el ser humano que soy
Esa es la esencia de mil almas, que castigadas y con su sangre habla mi voz
Vos que sos igual que yo, que erectamos el mismo presagio; de una luna llena de blanquesas, de la soledad emplumada hasta madrugada 
De sin verdades contestadas con mentiras, de infinitas palabras sin sentidos,
Y de párrafos que no conducen a nada:

Busco el radio de tu voz escondida en lo invisible, en lo que no se puede ver,
Y hoy la noche es compañera, de una pipa y su humareda, de reflexiones no natas, que encuentro en el amanecer;
Dulce de membrillo

Y es en las lomas de lo más alto, donde tus labios se oscurecen
En el brillo de lo dulce, en lo suave que enternece.

Mientras todo se asemeja, la distancia lo aferra
Tan suave como el terciopelo y tan cálida como una manta de invierno;


Entre tantos, tantos y tantos, la destreza se pierda, y el mapa que guía al corazón, loco se vuelve
es que no somos tan perfectos, somos tan porfiados, tan bacanes, tan banales
No aprendimos a ser simple y llanamente uno mismo.