martes, 21 de octubre de 2008

Laberinto Infernal


Exiliar la vida, suena un tanto complejo, ya que el hombre por naturaleza es sociable,

Pero aquel hombre atrapado en un laberinto infernal, es naturalmente un animal,

Y en consecuencia se condena a estar solo, para no dañar a sus pares,

Los cuales le sirven de la maldad que le domina, a través de injusticias y mentiras,

Careciendo así, de inspiración, hacia la vida de un individuo singular.


Dilatando y contrayendo, lo que queda de sus días, en un mar de lágrimas negras,

Con el solo fin, de complicarse la vida y auto-destruirse así mismo,

En su torbellino de confusión.


Preguntándose, y sin ver la salida, cuando será libre,

Y sentado en su habitación puede ver, al silencio, llamarlo por su nombre.

Con una lengua muerte, olvidada por el hombre.


Desnaturalizando al tiempo, con su estado vegetativo, nutriéndose de lo mal parido que se siente,

Desecha todo tipo de esperanza, todo tipo de ayuda, todo tipo de compasión humano,

Hombres como él, no demuestran sentimientos, en su vida, no hay lugar para eso.


Mientras tanto, seguirá perdido en su laberinto infernal,

Donde una revolución violenta, es una excusa para destruir,

Y a donde quiera que lleve este laberinto infernal, sepa usted que es difícil de salir,

Es un juego macabro, lo se bien, donde el trofeo, no paso por lo materia,

Acá, si salís, seguir siendo humano.


El laberinto, es un show sin piedad, donde el cielo se nubla y llueve sangre,

Donde persiste el mal clima, y siempre se te pone a prueba, desde todo punto natural y psicológico,

Donde explotan tus sentidos, donde la meta es matar el brillo de tus ojos,

Ocasionando tú derrumbe espiritual.


Dicen que la hierba mala nunca muere, pero a veces la muerte, suele ser nuestro único escape,

De tan temible deformación, que nos puede servir nuestra mente distorsionada de realidades,

Y mientras los años se consumen, enseñan como ser un maestro oscuro, uniendo los dos mundos,

Mostrándole con esos ojos muertos, como se tiene que mover, y que lunas sacrificar,

Para llenar su avaricia y oscuridad, que es lo que le sirve de felicidad.