En una copa de carpintero,
Tomo la sangre de mis esclavos.
Sentado en mi trono de huesos, yo te desposo,
Daremos origen al nuevo ser humano.
Nuestro Mesías nacido de la tierra que azotara las almas,
En un mundo incapaz de sanar,
Desde lo sereno del olvido,
La flema que vive en nuestros pulmones, es la infección de nuestra vida.
Hoy rey.
Solo existe, muerte y polvo en la batalla.
Peste negra y azufre, en los cuerpos sin vida de algunos caídos.
Nigromancia y magias negras, escondidas en la caja negra,
Consumida por el virus.
Y los pájaros lloran,...de luto su negro atuendo es.
Que siento, es la única gota de vida que me queda,
Y el único arte que respiro.
Ácida es mi sangre, al probar tu delirio muerto esta,
A ellos honro cantando, agradecido.
No sabiendo con quien hice un pacto,
Tal vez fue con dios, o quizás con el diablo.
Quizás mis ojos digan más de lo que quieren decir,
Que la ferocidad de las personas logra marearme y desconcentrarme.
Dándome la bienvenida y exigiéndome que me ponga cómodo,
En la suite de los mutilados.
Nacido en el infierno,
Sueño comprenderán, cual fue mi movida.
Que la tierra no me guarde en su seno en vanamente,
En la vida de la Mente, no hay mapa, es un territorio que puede ser doloroso.
Pero ese es mi trabajo, y mi obra en vida.
Escarbar con una pala imaginaria, y encontrar la esencia, el sentido de los sentimientos.
Esperando que la carga, holocausto del tiempo, no se sume aun a mi vida,
Pues ahí esta la muerte,....esperando.
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