Ira

Debo ser el único que no puede consigo mismo, y se despierta temprano, con su sentimiento a culpa y soledad....
Si lose, la vida es una mierda...pero yo la vivo a diario con rencor...
Y realmente creo que es una mierda, si me dieras a elegir entre la vida y la muerte, elegiría no existir...
Para no formar parte de nada y arruinarle la existencia a todos, si...eso es lo que busco,
Al demonio todo el mundo, nadie merece las cosas de la vida, :-si es que las tiene:

Siento esto germinar en mi corazón y día a día, en diferentes situaciones va creciendo,
Cada día estoy más cerca de poder extinguir mi alma y vivir lo que queda con ojos de furia,
No tener emociones, eso es lo único que necesito....
Y ahora que?, que nos queda?....no nos queda anda.

Para que salvarme de la extinción y la opresión que me abraza, si todo eso gana al final
Y los buenos mueren, es lo de siempre y lo normal, en este cuento sin fin....
Ya no me importa arden en este infierno.

Bienvenido, y junto con mi nombre bastardo, gritaras el nombre del torturador,
Que se encarga de hacerte sentir un miserable sin sentido.
Yo ya estoy re quemado y mi cerebro carburando, torturando, mutilando ideas y pensamientos,
Pero todavía no puedo creer que siga acá...para ser sincero, no se cuanto tiempo tenga,
Solo se que estoy acá aguantando.

Me pregunta que tan lejos llegare, y por momentos la ambición retorcida de ver cuanto dolor soporto,
Me saque una sonrisa psicópata, haciéndome acreedor de este vicio.
Dios, ya no soporto esto mas, mirar a todos con estos ojos que dicen " insanidad ",
Dios, si pretende algo de mi, hágalo saber, pues este veneno sigue corriendo por mis venas y contamina mi cuerpo,
Dios, si te has olvidado de mi, hágalo saber, pues yo estoy acá esperando la redención.

Tan solo soy uno más que trata de resistir de todos esos sentimientos que nunca podré tener
Y que nadie sabe que puedo otorgar,
Será que este sentimiento encontrado, se esta pudriendo...pues veo a las moscas merodear sobre mi...
Y a los cuervos que sobrevuelan, para verme caer ya muerto, y así devorar mi carne, llenando sus vientres.

La visión de la parca sosteniendo mi mano, y con ese silencio fúnebre, me lleva a pensar, que se acerca el momento,
No se donde iré, ni como terminare...
Solo se que la parca, se lleva la esencia, me deja la ira como hija y próxima a nacer,
Y me elige a mí para ser su descendiente directo, ya que tengo todos los condimentos para un verdugo del alma.

Al mismo tiempo, sentenciare mi alma, en cada acto marginal al cual estoy atado,
Desde el día en que salí del útero de mi madre,
Hasta el día, en que un acto suicida, me ponga en una caja negra, tres metros bajo tierra.